lunes, 19 de marzo de 2018

1. Actividad de Comunicación Oral


La actividad práctica consiste en plantear una actividad de comunicación oral en gran
grupo atendiendo a la edad de los alumnos y especificando el tratamiento que se le
dará a toda la clase y, en especial, a dos niños: uno que no participa en los diálogos
orales
y otro que no respeta, no escucha y habla continuamente para imponer su
punto de vista.
Al tener que plantear una actividad de comunicación oral para toda la clase he elegido el tema de si deberían o no, prohibir el fútbol en los recreos de las escuelas-colegios-institutos.
Es un tema que causará interés general a la clase, ya que muchos lo tienen como una rutina, pero otros lo tienen como un momento en el que hay que vigilar que no te den un balonazo, o que no tienes más compañeros/as para jugar a otro juego… Los motivos son varios, y la experiencia real es global, todos tenemos puntos de vista acerca del clásico juego de los recreos.
La clase con la que se llevará a cabo la actividad será con la de 5º y 6º de Primaria. En el debate participarán las dos clases, ya que la actividad es una actividad de gran grupo.
Partimos de que la clase ha practicado la comunicación oral en grupo desde segundo ciclo de Educación Infantil. Por ello los diálogos y debates que se realizan son de calidad; en consecuencia, expondré que haría con los dos casos anteriores (no participación; molestias) después de hablar del debate, nunca desarrollaré los tres temas intrínsecamente, sí quizá con ejemplos en otros debates, pero no en este. Esto quiero aclararlo porque no quiero desarrollar un guión de mi debate, no lo veo útil, y prefiero tratar los tres temas por separado a especificar demasiado con una situación y quedarme corto de tal forma.
Nosotros como maestros dejaremos de hablar, sólo intervendremos en caso de que no se respeten las normas. Nuestro único trabajo será el de escribir de forma esquemática sus ideas conformen van expresándolas para poder hilarlas más fácilmente y no perder ninguna.
Ya sabemos como podemos trabajar la comunicación oral en nuestra aula (motivar a la participación, situaciones reales, temas de interés, …) pero esta entrada no habla de ello, sino de una actividad en concreto. Es por ello por lo que parto de que con nuestra clase ya habremos trabajado el diálogo y el debate anteriormente, y lo manejamos con destreza.
- Explica el contexto en el que se realizará la actividad y las normas de respeto y convivencia que se recordarán antes de empezar.
La actividad se llevará a cabo en una sala de debates (que divide dos bandos de sillas, colocadas con una inclinación oportuna que nos permita ver a todos y cada uno de los miembros del otro grupo. Con una iluminación y una sonoridad apropiadas para que podamos vernos y oírnos). La clase está acostumbrada a este tipo de actividades y tienen en cuenta todas las normas básicas del diálogo y de los debates:
· Respetar al que habla: en silencio, escuchándole atentamente.
· Hablar en tono adecuado.
· No hablar todos a la vez: por ello se concederá turno de palabra a quién levante la mano. Habrá una persona dedicada a ello, que tenga la habilidad de equilibrar los turnos de participación de las diferentes posturas de diálogo-debate.
· Saber escuchar antes de responder: es necesario pensar en lo que estamos escuchando para así mostrar nuestra respuesta, no podemos decir la respuesta sin escuchar lo que nos dicen ya que perderíamos el hilo del debate-diálogo.
· Pensar en lo que dicen los demás: estamos construyendo una idea en común, aunque pensemos diferente. Por ello tenemos que escucharnos y acoplar o descartar las nuevas ideas que vayan surgiendo.
· Admitir las opiniones de los demás: no podemos obcecarnos en nuestra idea inicial si los argumentos que nos han demostrado nos han convencido, sino el debate-diálogo no avanza.
¿Cómo se llevará a cabo?
Se informará de que hay un debate el día de antes, se explicará que participarán ambas clases y que el tema será la prohibición del fútbol en los recreos. De esta forma se procederá a decir que en el debate sólo habrá dos bandos posibles, el del SÍ y el del NO. En ambos bandos se defenderán ideas comunes y diferentes, ya que no todos opinan que sí por lo mismo, y viceversa. Ese día deberán decidir a lo largo del día si irán a un bando o a otro y se lo comunicarán a su profesor al final del día (con el objetivo de asignar y distribuir los sitios y el espacio). De esta forma también podrán ir pensando argumentos, ideas o respuestas para el día del debate, ya que algunos las tienen muy claras en cualquier momento, a otros el tema quizá nos venga un poco más distante.
De tal modo al día siguiente entraremos en el aula donde cada uno tendrá su puesto asignado, le día anterior decidieron si irían a defender el SÍ o el NO. Por ello los maestros ya sabremos con cuanta gente cuenta cada grupo. No atenderemos a que haya un equilibrio entre el número de participantes por bando, puede que un bando minoritario sepa defender mejor sus ideas que uno grande, la actividad será en gran grupo de todos modos.
La norma del curso del diálogo será que en cada turno un bando aporte la opinión de un miembro para dar entonces el turno al otro bando. Sólo podrán intervenir dos miembros del mismo grupo en el mismo turno en caso de que el segundo quiera aportar algo en relación con lo que ha dicho el primero.  
Se comenzará por el grupo que opina que SÍ se debería prohibir el fútbol en los recreos. La decisión ha sido tomada de esta forma ya que, al ser un tema nuevo, el turno de palabra lo tienen los que responden a algo, que sugieren/piden que se suspenda el fútbol en los recreos.
La estructura de la exposición de ideas se hará de un modo deductivo, es decir de lo general a lo particular, para al final hacer una síntesis de esas particularidades y llegar a una conclusión general. Por ello el grupo que comienza diciendo que se debería prohibir iniciará el debate con una idea general de por qué se debería prohibir el fútbol en los recreos.
El profesor hará de guía en caso de que el grupo se esté saliendo del hilo del debate, intercederá en caso de que no se cumplan las normas y facilitará a los alumnos la motivación a decir sus ideas. Pero su función principal será la de hilar ideas, agruparlas y crear un esquema de estas en ambos bandos. Esto se hará con el objetivo de que el profesor pueda incentivar a seguir un camino u otro en el debate, que no se repitan ideas y que pueda acabar (con una conclusión) en menos de una hora. Es decir, organizará las ideas al igual que los alumnos/as, pero él/ella con ese toque de conocimiento que nos separa del alumno/a. No obstante, los alumnos también tendrán que hacer sus propios planos del debate para organizarlo y no perderse. El profesor ya ha trabajado en la organización y secuenciación de ideas en los debates antes con ellos, pero que él lo siga haciendo es una forma de asegurar la estructura del debate.
El maestro está informado del tema, sabe de lo que hablan porque ya se lo ha estudiado antes, podrá sorprenderse con alguna aportación nueva, pero ya sabrá de antemano que tierras pisa.
Su función es no perder el hilo del tema, facilitar que la aproximación a la conclusión sin olvidar ni desprender las ideas. Motivar a que participe todo el mundo y escuchar con atención para evaluar las competencias de comunicación oral en sus alumnos/as. Al seguir una estructura de ideas deductivas el hilo de la conversación estará más a salvo que si partiésemos de particularidades hasta una idea general.
Una vez extraídas todas esas ideas particulares al final de nuestro debate el profesor ayudará al grupo entero a relacionar esas ideas para llegar a una conclusión general. Que al haber construido un esquema de desarrollo del debate a la vez que lo realizaban le resultará una tarea un tanto más fácil.
Habrá una persona dedicada a la concesión de turnos de palabra como ya he explicado anteriormente.
¿Qué hago con el que no participa?
La participación será apremiada por parte del profesor. No sólo con calificativos sino con palabras, que valen más que cualquier signo en una hoja de evaluaciones. Por ello se dará premio a la participación, motivándoles con las respuestas que den.
La motivación será la respuesta ante un acierto y para un error. Ante una participación positiva la recompensa puede ser de tipo reconocimiento grupal (ya que esto siempre motiva en los casos en los que no se está acostumbrado a triunfar). En caso de que no participe se le motivará a ello, y en caso de que sí lo haga se le motivará a continuar. La forma de motivar dependerá de cada alumno, por eso el profesor tiene que conocer a su grupo, es fundamental. Empatizar la actividad con el propio alumno por así decirlo, crear ese puente o conexión entre el alumno y el tema a tratar para hacerle entender que puede aportar, y mucho. Hay muchos casos por los que el alumno no participa, fundamentalmente giran en torno al interés hacia el tema; hay otros motivos como la timidez, que la podemos trabajar de formas muy interesantes, pero comenzaríamos fuera del contexto de la actividad de clase.
¿Qué hago con el que interrumpe, molesta y no escucha a los demás?
También habrá motivación para que participe de forma positiva. Claro que, es una actividad grupal y es voluntario no participar en ella. Si no está conforme con participar de forma correcta, respetando las normas de diálogo y debate, podrá decidir ir a otra aula a hacer otra actividad; sin embargo, lo principal es no tener que llegar a la situación en la que el alumno/a tome esta decisión, ya que nuestra misión en ese momento es motivarle a participar fomentando un acuerdo en grupo o una conclusión.
No podemos hacer que lo haga bien en el mismo momento en el que lo hace mal, no podemos corregirlo al instante, tenemos que trabajar de otra forma con él/ella.
Por ello con este alumno/a tenemos que hacer un trabajo de refuerzo siguiendo las mismas pautas que seguimos cuando enseñamos a sus compañeros el diálogo y el debate:
- Crear un contexto lingüístico estimulante y motivador en todos los aspectos: tenemos que buscar lo que le gusta, y hacerle entender que puede participar en temas ajenos a su interés gracias a la brillantez de sus ideas.
- Hablarle sin provocar respuestas estándar.
- Repetirle correctamente el mensaje sin corregirle y no llamarle la atención en el grupo sobre su posible retraso o trastorno.
- Formar un clima de confianza: es fundamental que el profesor intime con los alumnos/as, que conozca al grupo. Para orientar el aprendizaje de sus alumnos/as con mucho más tacto, sensibilidad y acierto.
- Proporcionarle situaciones de diálogo: tenemos que crear este tipo de situaciones. Nunca es mal momento para hablar de algo interesante.
- Buscar estímulos interesantes: si les mostramos contenidos aburridos es probable que perdamos la atención y la actitud ante el diálogo con mayor facilidad.
- Hacer preguntas breves que permitan respuestas largas.
- Diversificar los temas de conversación.
- Respetar el turno de palabra o la expresión espontánea del grupo.
- Enseñar al niño/a en el uso de la lengua oral con todo tipo de intercambios verbales y en todo
momento, sea cual sea el área de trabajo.
- Crear múltiples situaciones comunicativas: individual con el maestro, en pequeños grupos, con toda la clase...
- Mediar ante el niño para que pase de un comportamiento lingüístico espontáneo al
comportamiento lingüístico "cultural".
Pienso que siempre que haya un trastorno (por decirlo de alguna forma) en la realización de estas actividades de comunicación oral, nuestro mejor recurso será la motivación.
¿Cómo voy a evaluar la actividad?
La evaluación estará muy ligada al cumplimiento de normas y recomendaciones para realizar un diálogo-debate. Para conseguir el aprobado será necesario participar al menos una vez, ya sea para aportar una nueva opinión, para rebatir otra o complementar una idea. Es difícil que en una hora puedan hablar 60 alumnos, pero se puede conseguir, agilizando el diálogo y fomentando la participación total.
Se prestará atención a las nuevas aportaciones y la forma de defender o rebatir algo, es ahí donde el profesor podrá evaluar competencias más específicas. La forma en la que se desarrolle el debate tendrá mucho que ver con la capacidad que tienen los alumnos/as de resolverlo siguiendo el hilo de este.
No puedes evaluar a todos los alumnos por igual, tienes que observar el progreso de cada uno y la forma de desenvolverse en la actividad, valorando sus capacidades individuales, por lo que la evaluación se realizará de modo individual.
Tenemos que evaluarnos también nosotros y ver si hemos conseguido o cumplido ese componente motivador que nos acompaña como maestros.

4 comentarios:

  1. Hola Jesús, me parece muy interesante la actividad que has planteado y me gustaría resaltar "la motivación" de la que hablas. Estoy contigo que es una herramienta muy eficaz para modificar conductas en los niños, y obtener resultados positivos. Por otra parte, el tema me ha parecido muy adecuado para un debate, ya que siempre es motivo de discusión, por lo que dará mucho juego.

    Tambien quería comentarte alguna otra cosilla. Pienso que realizar un debate con dos grupos no permite la participación de todos los alumnos, y por lo tanto no se podrá evaluar a todos, como tu dices. Lo ideal sería que de alguna manera pudieran participar todos para que todos tengan las mismas oportunidades y los que hablen menos tengan la posibilidad de hacerlo. Por otro lado, he echado en falta la justificación de la edad de los niños en función de su estado evolutivo, lo que nos demuestre que es adecuado para el momento en el que se encuentran.

    Me ha gustado mucho leerte, espero servirte de ayuda :)

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  2. Está muy bien, Jesús, aunque estoy de acuerdo con Anita: si cada tema solo pueden discutirlo cuatro alumnos, no todos participan en las mismas condiciones ya que no podrán opinar cuando lo deseen sino cuando les toque y puede que el punto que se esté discutiendo en ese momento no sea el que más les interesa. Yo os pido, específicamente, un diálogo SOCIAL REAL y en este tipo de interacciones no tienen reglas semejantes.

    Porotra parte, para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones discutidas entre 4 personas, debes asegurarte de que cada respuesta que se dé, sea comentada, debatida, completada... entre todo el grupo hasta que se agote, antes de pasar a una idea nueva. Lo más importante es que no sea: yo pienso que sí por esto, yo pienso que no por aquello... sino que se escuchen y se respondan unos a otros. Deja claro en tu actividad cómo vas a hacerlo porque puede parecer una pequeñez, pero es lo que diferencia un tipo de acto comunicativo de otro.

    La única forma de que los estudiantes sepan cómo mejorar sus habilidades lingüísticas orales será que ellos también se autoevalúen y sean conscientes de sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Debes incluir los criterios de evaluación que utilizarás.

    Si completas estas dos cuestiones, tu entrada será perfecta.

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    1. Y recuerda incluir la bibliografía, aunque solo sea la de Moodle.

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